Empiezo éste post, haciendo mención a la letra de mi compositor favorito
Ricardo Arjona, y el título es parte de letra de una canción "fuiste
tú".
Pero hoy no les quiero hablar de canciones, hoy les quiero hablar del
amor, ese sentimiento que te eleva cien mil metros sobre cielo, que te hace sonrojar
y que provoca en ti la mejor de las sonrisas, que te deja sin aliento y te hace muy feliz. Para esto te quiero contar la
historia de un amiga, una soñadora loca, que viajaba por el mundo en busca de
experiencias, de conocer nuevos amigos, de ser ella ante la vida.
Ella era muy joven , no conocía nada de los sin sabores de vivir, solo
disfrutaba sus momentos y como es propio de la edad solo actuaba por reacción,
muy pocas veces se detenía a pensar bien las cosas que hacía, nunca fue capaz
de pararse en el balcón, tranquilizarse y pensar mejor, ella simplemente decía lo que pensaba, hacia lo
que sentía pero aun así se sentía sola, tenía a los padres perfectos que a
pesar de sus errores, la adoraban , una hermana quisquillosa con la
cual peleaba muy a menudo, pero que también pese a sus defectos lo daba todo por
ella, y tenía amigos a los que visitaba de vez en cuando, con los que reía y
compartía sus momentos, pero aún así ella sentía soledad, lo tenía todo sin
embargo aún se quejaba de la vida, se sentía infeliz y no hacía otra cosa que
vivir a su manera, así fue creciendo tal vez con resentimientos tontos pero que
al final lograban afectarla.
Pasaron los años y ella fue cambiando, ya no era más una niña y como en toda etapa
vas pasando por diferentes circunstancias, empezó a conocer a más amigos, sus
relaciones eran totalmente diferentes, ella se sentía más completa, sentía la
tranquilidad y la compañía de personas que poco a poco se volvieron importantes
para ella.
Un día conoce a Bretor quien se convirtió en uno de sus mejores amigos,
él mucho mayor que ella tenía otra visión de lo que es la vida, muy pocas veces
lo veías triste, era el tipo de persona que solo contagiaba alegría, en el que
podías confiar y encontrar las palabras exactas para saciar el dolor, sin duda
el amigo que nunca te dejaba sola, él se convirtió en una persona muy
importante , con el tiempo se enamoraron e iniciaron una relación muy bonita,
Bretor era el complemento perfecto que ella necesitaba, era la seguridad de
sentirse siempre protegida, pero sobre todo era el equilibrio emocional para
cuando desistiera del algún sueño, Bretor siempre estuvo con ella, acompañando
su crecimiento, ambos estaban profundamente enamorados, y su relación llego a
consolidarse tanto que cualquiera de ellos daba todo por la felicidad del
otro.
Ella se enamoró de sus canciones, de sus poemas y del Bretor que llevaba dentro, El Bretor cariñoso, detallista , sensible que muy pocos conocían.
Estuvieron juntos casi 4 años, pasaron por momentos difíciles que fueron
superando con el tiempo, pero se encontraban lejos y a pesar de sus viajes y
locuras de amor extrañaban estar juntos.
Pero por cosas del destino, la distancia marcó en ellos una gran valla
con la que luchaban cada día, y los dejaba casi fuerzas, las cosas
cambiaron, Bretor empezó a soñar, a crecer y a madurar pero ella aún seguía
estancada en su soberbia y el poco interés que le ponía para caminar a su lado,
Bretor fue avanzando y cada día se alejaba más de ella.
Las cosas cambiaron, y a pesar de lo muy enamorados que ambos estaban un
día la relación terminó, ella muy sorprendida no quería desistir en
su intento de poder estar mejor, pero él estaba muy seguro de lo que sentía,
pero sobre todo de lo que quería hacer, ya habían pasado por todo, problemas
que superaron y otros en los que aún estaban trabajando, pero él ya no quería seguir con una relación, que apesar de ser hermosa había empezado a tomar otro camino.
Y como en toda ruptura, existe el tiempo de duelo, el tiempo en el que
lloras y no entiendes el porqué, en el que te cierras en ti misma y lo único
que quieres es que las cosas sean como antes, ella se había acostumbrado a oír
su voz todos los días, a escuchar aquel te amo que la hacía tan feliz y sin
duda extrañaba todo aquello, y lo que pasaba le le estaba afectando mucho.
Pasaron las semanas y aparentemente Bretor conoció nuevas personas, se volvió a enamorar y
a pesar del poquísimo tiempo que había pasado, él decía estar mucho mejor, que las cosas marchaban bien y se alejo de ella, lo dejo todo y tomó un nuevo rumbo.
Ella no lo entendía, e intentaba cubrir los ojos y rellenar el dolor que
sentía con la compañía de sus amigos, que nunca la dejaron sola, y que han
hecho de ella hoy una mujer más fuerte, y con los que hoy está muy agradecida.
Bretor siguió con su vida, tal vez sin importarle el
sufriento de la persona que alguna vez juró amar y solo empezó a caminar a lado de otra persona, a construir nuevos sueños y aidealizar otro tipo de vida.
Pero como es común en la vida,
éstas cosas siempre pasan, uno tiene que aprender a vivir con lo bueno y a
sobrevivir de los aquellos golpes que te dejan medio moribundo y encontrar la
cura para seguir adelante, el tiempo es el mejor mediador entre el dolor
y el olvido.
Pasaron los días y ella empezó como es normal, a crear una especie de
rencor disfrazado, que se escondía atrás de la verdadera esencia de ternura que
ella tenía, entonces maldijo y odió a Bretor, pues no quéría entender el verdadero porqué de
todo lo que pasaba, y pensó una y otra vez en el arrepentimiento posterior de
Bretor,sin embargo a medida de sus acciones ella
fue tomando más coraje y a pesar de sus recaídas, se fue levantando poco a poco y
comprendió de una vez, que nada en ésta vida es por las puras, entonces empezó
a idealizar un vida con sueños que por mucho tiempo se le habían dormido, y se
mentalizó y ocupo en ello.
Nunca estuvo sola, tuvo el apoyo físico y emocional de las personas a quien ella amaba, los
que escuchaban sus dolores y que hacían todo por verla feliz.
Se le fue pasando poco a poco, ahora está mucho más tranquila, ya no se detiene a pensar porque le pasó todo ésto, ahora solo se ocupa en lo que es mejor para ella y empezó a disfrutar de lo que realmente vale la pena.
Ella me cuenta, que conocer a Bretor fue uno de los momentos más
felices e importantes en su vida, comprendió y asimiló que el amar, es también
dejar volar, olvidar y perdonar.
Y apesar que ahora aún tenga por momentos dolorosos, sabe que está poniendo todo de su parte, cada día se siente más capaz de seguir
adelante, y es hasta ahora que recién puede subirse a aquel balcón, a mirar
todo lo que pasa, ver más allá de lo malo que pueda pasarle. Solo quiere
dar vuelta a la página, y empezar a escribir una nueva historia a seguir con su
vida, persiguiendo sus metas y luchando con más fuerza por sus sueños.
Y es que la vida es así, te golpea dónde más te duele, te deja débil,
pero luego te enseña, y con eso aprendemos que lo que parece perfecto no
siempre lo es.
Bretor si algún día lees lo que hoy escribo, ella me encargó decirte que
a pesar de todo siempre guardará un 27 para cuando necesite un día especial, te
tendrá presente como el buen recuerdo lo
de bueno que pasaron y de lo malo que han superado, pero sobre todo de todo lo bueno
que aprendió de ti.
Que quiere que seas feliz y que ya no quiere juzgar el porqué de tus
acciones, ni catalogarte como alguien que quizás no seas, solo quiere vivir, encontrarse
y madurar como muchas veces se lo recomendaste.
Sabe que en el fondo no eres una mala persona, y no quiere matar el sentimiento bueno que algún día existió.
Es hora que ella
emprenda su vuelo, como tú también lo hiciste y al oído ella me dice, que
también desea lo mejor para ti, que
luches por lo que amas y esperas lograr, que no hay resentimiento ni un te odio
para dar, que tal vez fue lo mejor, que pronto saldrá de todo esto.
Quiere que sepas que está mucho más tranquila, y que tu recuerdo cada vez es menor veneno para su vida.
Y me pide que
recuerdes, que alguna vez se prometieron que cuando ya no estén juntos, ambos sonreirán
por la felicidad del otro.
Cada momento que contigo pasé, todos los besos
que algún día te di, han quedado grabados en
mi mente y en mi corazón
(La balada mediócre)
Fotografía: Fiorella Melgarejo Sánchez.
(Chachapoyas-Amazonas)
Fuiste tú,
Tenerte fue una foto tuya puesta en mi cartera,
un beso y verte hacer pequeño por la carretera.
Lo tuyo fue la intermitencia y la melancolía,
lo mío fue aceptarlo todo porque te quería.
Verte llegar fue luz, verte partir un blues.
Fuiste tú,
de más está decir que sobra decir tantas cosas,
o aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.
Jamás te dije una mentira o te inventé un chantaje,
las nubes grises también forman parte de paisaje.
Y no me veas así, si hubo un culpable aquí…
Fuiste tú.
(Coro)
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez,
cuando los besos fueron el motor de arranque,
que encendió la luz que hoy se desaparece.
Así se disfraza el amor para su conveniencia,
aceptando todo sin hacer preguntas,
y dejando al tiempo la estocada a muerte.
Nada más que decir,
sólo queda insistir…
Dilo….
Fuiste tú,
la luz de neón del barrio sabe que estoy tan cansada,
me ha visto caminar descalza por la madrugada.
Estoy en medio del que soy y del que tú quisieras,
queriendo despertar pensando como no quisiera.
Y no me veas así, si hubo un culpable aquí…
Fuiste tú.
(Coro)
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez,
cuando los besos fueron el motor de arranque,
que encendió la luz que hoy se desaparece.
Así se disfraza el amor para su conveniencia,
aceptando todo sin hacer preguntas,
y dejando al tiempo la estocada a muerte.
Nada más que decir,
sólo queda insistir…
(Coro)
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez,
cuando los besos fueron el motor de arranque,
que encendió la luz que hoy se desaparece.
Así se disfraza el amor para su conveniencia,
aceptando todo sin hacer preguntas,
y dejando al tiempo la estocada a muerte.
Nada más que decir,
si quieres insistir…
Fuiste tú.
LUCHA, CRECE, PERO NUNCA DEJES DE SOÑAR